Luca Badoer, probador del equipo, comenzó a trabajar sobre la pista de Fiorano con el F2008K, que adopta la letra final en honor al sistema KERS. A pesar de haberlo probado ya en Italia, este sistema de recuperación energético no entrará en pleno funcionamiento hasta la próxima semana, en las pruebas que Ferrari realizará en el circuito de Montmeló.
La Gazzetta dello Sport enumera las diferencias respecto al F2008 de la temporada que acaba de terminar: "La línea del coche ha cambiado mucho. Para empezar, los laterales están limpios, sin más apéndices y con detalles menos evidentes y visibles". Además, el peso del aparato operativo, que inicialmente se sitúa entre los siete u ocho kilos, se quedará al inicio de la próxima temporada por debajo de los cinco kilos.
Las baterías estarán detrás del asiento, lo que requiere un sofisticado sistema de refrigeración, porque la temperatura de carrera debe ser la más baja posible. El diario italiano precisa que de aquí al comienzo de la nueva temporada, la escudería italiana llevará a cabo nuevas mejoras en el F2008K.
Dieta KERS
Los cambios en los monoplazas para la próxima temporada, entre ellos el KERS, propiciarán que los pilotos tengan que tomar medidas sobre su cuerpo, en especial sobre el peso, ya que el peso de los nuevos aparatos podría hacerles perder alguna décima por vuelta.
El peso añadido a los monoplazas puede provocar que el reparto de los mismos varíe. Ya lo reconocía Mark Webber, de 75 kilos: "no va a resultar una ventaja ni mucho menos. No estoy lo que se dice gordo pero comparado con otros pilotos más ligeros me va a penalizar alguna décima por vuelta. Me recuerda a mis años de karting, cuando importaba el peso del piloto. Va a haber que adelgazar un poco más, pero hay pilotos que tienen más ventaja. Con pilotos como yo van a tener que diseñarse los coches de otra manera, con menos opciones".
Así, pilotos poco pesados como Nick Heidfeld, con 55 kilos, o Felipe Massa, con 58 kilos, podrían salir beneficiados.
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