A buenas horas, Barrichello

Rubens Barrichello parece un buen tipo. Tiene cara de ser buena gente. Desde que dio el salto a la Fórmula 1 jamás ha levantado la voz. Simplemente se ha dedicado siempre a lo que es lo suyo: correr. Lo hizo en Jordan, en Stewart, en Ferrari y lo hace en Honda, aunque quizá esta sea la peor etapa de su carrera.

Desde que llegó al equipo japonés, hace ya tres temporadas, el mejor resultado de Rubinho ha sido el séptimo lugar que consiguió en la clasificación general del campeonato de 2006. En 2007 terminó vigésimo y este último mundial, decimocuarto, encadenando pobres actuaciones en casi todas las carreras. Tanto que Honda le busca sustituto.

Con su futuro por decidir (ya ha afirmado que se retirará si no consigue un volante en la F1 para 2009), Barrichello está centrado en la próxima presentación de su libro. En él repasará su vida y su carrera. Seguro que los capítulos en los que cuente su etapa en Ferrari serán los más jugosos, a tenor de sus últimas declaraciones, en las que ha atacado duramente la actitud de favoritismo que tenía la escudería italiana respecto a Michael Schumacher.

Recapitulemos. En 2002, Ferrari arrasó en el campeonato de marcas y en el de pilotos. Schumacher se llevó el título de calle, con 144 puntos y 11 victorias. Barrichello completó el pleno con la segunda plaza, 77 puntos y cuatro triunfos. Pero no todo era de color de rosa…

“Me dijeron claramente que dejara pasar a Schumacher. ¿Por qué lo dejé pasar sólo en la última curva? En la penúltima tenía decidido que no le dejaría pasar. Sin embargo, me dijeron que si no lo hubiese hecho, me hubieran revisado el contrato. Para mí aquello fue una orden: o levantas el pie del acelerador o te mandamos a casa“. Así describe el brasileño aquel famoso y polémico adelantamiento por parte de Schumi en las últimas vueltas del Gran Premio de Austria.

Barrichello tampoco se corta al atacar a Schumacher, al que tacha de hipócrita: “Me dijo que que no sabía por qué siempre tenía que quedar él delante, pero yo tengo en casa documentos que demuestran que sí que lo sabía“.

¿No os parece que estas declaraciones llegan algo tarde? Insisto, Barrichello debe ser buena persona, seguro. Pero sus palabras ya no suenan a denuncia, sino a oportunismo para vender más ejemplares de su inminente autobiografía.

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